domingo, octubre 03, 2004

"Tocata y fuga" de Ortiz


¡Sólo ahora se estará arrepintiendo de haber desplazado a Carratalá del puesto de presidente del Hércules!. Llegó a la presidencia en loor de multitudes(¿?) y se marcha ahora tras un espectáculo bochornoso y unos cuantos gritos de una afición quemada. Esa es la historia de una persona que quería ser presidente pero que no aceptó sus "exigencias". Es más, ya en mayo afirmaba que si le sacaban pañuelos se marchaba. ¡Bonita forma de mostrar implicación al primer minuto de llegar al "poder" !

La llegada de Ortiz al Hércules fue repentina, al menos, para el aficionado que no seguía las negociaciones con las instituciones alicantinas. Tras un problema con la Diputación a la hora de percibir unos ingresos por publicidad, se consideró que era necesario desligar a un equipo recién descendido a 2ªB de las manos crueles que lo habían llevado, desde la capital del Reino, casi a la ruina. Un alivio para los jugadores que llevaban tres meses sin cobrar pero que habían colocado líder al club en la tabla de clasificación. En tres meses, ya había solicitado su primera suspensión de pago, situación que llevó al equipo a medio sanearse ya que el tema de la deuda pública no se había negociado. La suspensión de pago acabó con un reparto de acciones por deuda que supuso curiosas anécdotas: por ejemplo, a Arrocería "El Delfín" se le asignaron acciones a pesar de que ya no existía, como tal, el establecimiento al que, paradójicamente, acudieron plantilla y directiva la noche del ascenso a 1ª División. ¡Vaya manera de pagarles el aprecio de esa "nit màgica"!. Otra paradoja llegó varios años después. Mientras que en los diarios gratuitos se comentaba la decisión de Ortiz de recomprar el estadio, desde el Información se comunicaba que el club había presentado su segunda suspensión de pagos. ¡¡¿quién sería capaz de creerse que el Rico Pérez sería recomprado?!!

En el área deportiva, su desconocimiento del fútbol no le impidió cesar a cuanto entrenador quiso. Echó a Manolo Jiménez a falta de tres semanas de acabar la promoción de ascenso a 2ª, cuando la situación no era complicada y aún se podía subir; hizo lo mismo con Miquel Corominas, a pesar de que no había ni una décima parte de presión del público por cesarlo de la que hay ahora, tras una victoria al Burriana(1-0) con mal juego... pero catalogable de bueno vista la temporada pasada con Granero; el colmo se lo llevó el canario Álvaro Pérez cuando Ortiz le puso la soga tras perder ante el Getafe su primera derrota en casa... en la jornada 28. Ahora, cesar a Granero, cuando el público lo pide a gritos o sin abonarse, parece que le cueste la misma vida. Su único momento de lucidez fue abortado por las circunstancias de la suerte y su propia indecisión: haber fichado en su momento a Bordalás cuando lo tuvo a "tiro"....y por dos ocasiones "voló".

Por último, en el área social, ha llevado al equipo a un nivel de rídículo constante. Del prestigio ganado a mediados de los noventa, nada queda; los intentos que se han hecho por recuperar al Hércules por parte de la afición, en especial, Herculanismo- de la que pronto habrá un artículo en esta weblog-, han encontrado en la directiva una especie de "frontón" sin llegar a valorar mínimamente la labor.

La marcha de Ortiz no cambia, en definitiva, nada. El desprestigio global(económico, social y deportivo) existía antes de su llegada a la "poltrona" y seguirá con su retirada a tercera línea hasta que no comprenda que debe contar con gente que sí entienda de fútbol y que, por supuesto, quiera al Hércules. Esa es una condición indispensable para el éxito.


Esta noche, la crónica del Peralta-Hércules en www.miequipo.com