miércoles, septiembre 29, 2004

"Aquí sólo vale el resultado"


Esta afirmación rotunda fue una de las "perlas" que comentó José Carlos Granero en la rueda de prensa del domingo pasado tras el 1-1 ante el Badalona, un recién ascendido. La rueda de prensa "post-match" suele ser el momento en que el mister suele dejar en el ambiente una sensación de que el partido que ha visto está a años - luz de lo que han visto los periodistas...y los aficionados. Es más, la capacidad del entrenador para alterar los nervios de la afición es famosa, como comentó el domingo con la frase siguiente: "No, el equipo, a pesar de la bronca del público, lo ha intentado desde el principio". Como ven, una verdadera demostración del porqué de la pérdida de abonados basado en increpar al aficionado que asiste, con grandes esfuerzos, al "espectáculo" esperado en el Rico Pérez. Otra "lindeza" que lamentó el "coach" fue: "El equipo, en otras circunstancias, y con este ambiente se desorganiza y se va abajo y se pierde" ; es decir, recupera frases históricas como el "entorno negativo" del partido contra el Lleida, que, horas después, matizó para referirse al momento del penalty fallido, ejecutado por Xavi Moro. Muchas frases han perseguido al mister, experto en excusas de todo tipo, por su nula exigencia, su escasa ambición de ir hacia delante. Por ejemplo, la que comentó en Figueres ,la temporada pasada, y que ya puse en otro artículo: "Ahora mismo, en Alicante, todo lo que no sea ganar no sirve de nada"; la de esta temporada, esta "sentencia": "La sensación que tengo es que, hagamos lo que hagamos, está mal si no ganamos". El problema es que ambas frases esconden dos cuestiones espinosas para el entrenador: ni sabe en qué equipo está, ni que, en el fútbol , no todo se reduce a resultados sino a otras cuestiones como la garra, la rabia o el inconformismo.

domingo, septiembre 26, 2004

Los entrenadores


No lo voy a negar. La dimisión de Camacho el domingo pasado me hizo pensar en la necesidad de tratar este mundo difícil. Escribir acerca de los entrenadores es tratar sobre un grupo "escogido" por su tremenda capacidad de asumir su condición de "cabeza de turco" en cualquier situación peliaguda. Aparte de esta consideración, mucho podemos opinar sobre ese profesional que trata de "sobrevivir" a varias circunstancias: malos resultados, jugadores que adoptan actitudes sospechosas que llevan por nombre "hacer la cama" y, para colmo, salvo que asuman que son "grandes entrenadores"(Van Gaal, por ejemplo), nadie les valora en una gran temporada pero le miran mal a poco que el equipo se tuerza. Nadie se acuerda de ellos en los momentos buenos pero destripan de ellos cuando lo hacen mal ¿alguien recuerda al Manolo Jiménez del primer año en el Hércules y como nos acordamos más del año último?. En el Hércules hemos podido observar los distintos tipos de entrenadores que pueden existir y resulta curioso analizarlos. Por ejemplo, entrenadores del tipo "yo lo sé todo, tranquilos", jovencitos sacados de la "escuela de ajedrez"(Sergio Egea, Felipe Miñambres o José C. Granero, alumno menos aventajado); también hemos tenido a los artistas de la improvisación como Iván Brzic o Miquel Corominas, que se dedicó a hacer saques de esquina con dos jugadores...para que luego uno de ellos centrase en largo; en el otro extremo están los "padrazos"(Joaquín Carbonell y, sobre todo, "Periko" Alonso) ya que nadie les escucha una bronca a los jugadores, tienen una paciencia infinita pero los jugadores acaban "pasando" a veces de él si no pone el orden rígido. Por último, estaban los de la "flor en el c...", entrenadores cuyo hecho diferencial era que, sea cual sea la estrategia, tenían la suerte de cara...hasta que la cara se la partían(Campillo, Quique Hernández y Manolo Jiménez). De todas maneras, el entrenador que gozó del respeto de todos los jugadores que llegaron a vestir la camiseta herculana nunca llegó a tener título nacional. Él bien sabía de este mundo cruel de los entrenadores. Se llamaba Humberto Núñez.









miércoles, septiembre 22, 2004

Los medios de comunicación

Desde que el Alicante subió a 2ªB, el Hércules ha visto como el otro equipo ciudadano ha ido restándole el trato privilegiado que recibía de los medios de comunicaciones locales a favor de los "celestes" que sólo "disfrutaban", hasta entonces, de los minutos de la basura de los programas deportivos locales. ¿ Quién no se acuerda de esos programas de C37 o de Canal 15 cuando teníamos programas casi exclusivos para el herculanismo? Con el ascenso conseguido, algún presentador de televisión empezó a modificar el criterio para emitir los reportajes de los equipos alicantinos en función de algo tan peregrino como que "tiene preferencia quien juegue en casa"; con el tiempo tuvo que modificar dicho criterio y empezó a mezclar invitados para que la audiencia fuese uniforme. Con el tiempo, el espacio mediático televisivo ha ido nivelándose en un principio para, después, ponerse a un lado del fútbol alicantino: el del equipo celeste. Mucha afición herculana se ha sentido preocupada, hasta enfadada, por esa pérdida de información en beneficio de un equipo, que consideran, no tiene la relevancia en comparación con su equipo, referencia deportiva de la ciudad en muchos años. Sin embargo, mucha culpa de esta pérdida de "cariño" de los medios de comunicación se debe al propio club: gestión deportiva que impide que los periodistas puedan cumplir su deseo de "ser de 1ª" , la actitud de los directivos- como fue el caso de cuando no notificaron a un medio escrito que había una rueda de prensa- el escaso trato a los periodistas locales y visitantes en los partidos jugados como local, etc. Si a ello le unimos un presidente ansioso por la popularidad como es Antonio Solana, hay tenemos los ingredientes para que se note cierto equilibrio por no hablar de apoyo explícito al otro club de la ciudad.

Este tema se resuelve con un hecho preciso, evidente: el ascenso a 2ª, unido a mejoras relacionadas con lo que comentábamos en el apartado de la sociedad alicantina, ayudará a mejorar la situación en lo referente a preferencias de estos medios hacia el Hércules pero, para ello, se tiene que actuar en consonancia. El resto, será cuestión de tiempo alcanzarlo haciendo las cosas bien en el terreno de juego y en los despachos

domingo, septiembre 19, 2004

Los de negro


Hace mucho tiempo que deseaba escribir sobre el tema del arbitraje en España. Un arbitraje que siempre ha estado varios escalones por debajo de la calidad de la categoría futbolística de la que se hablara. La semana ha sido, quizás , la más adecuada debido a los incidentes del domingo en el partido Hércules-Alicante y a la brecha que sufrió Anders Frisk en el partido de Champions jugado en Roma. Nunca defenderé los actos de un "loco" que arroja una moneda a la cabeza de un árbitro ni al que golpee con una silla al "asistente" pero, aunque no es bueno justificarlos, llega a un momento que esos temas hay que observarlos porque algún día ocurrirá una tragedia en un campo de fútbol.

El arbitraje se ha tratado de defender de la peor manera posible. En un principio, se quejan de que el público protesta sin saberse el reglamento, que no es fácil decidir en una milésima de segundo en el que podrían haber estado descolocados, etc, pero luego niegan cualquier socorro que llega desde las cámaras. Imágenes que le habrían permitido evitar conflictos como el ocurrido en San Mamés cuando un árbitro pitó un penalty que no era y después validó un gol cuando el delantero ché se había ayudado con el brazo. Es decir, jugadas que el monitor mostraría claramente que el colegiado estaba errado. En este tema ,encima, echan mano de conflictos de ex - árbitros en tertulias radiofónicas para mostrar que no se ponen de acuerdo, pero ellos no ven que este sistema permite acertar la jugada en un porcentaje alto y que le ayudaría a salir del estadio a pie y no en un furgón policial.

El arbitraje español lamenta que el mundo de los "trencillas" es injusto ya que, en otros países, el arbitraje pasa más desapercibido que en España, pero el tema es otro, es opuesto y se llama: deseo de protagonismo. El colegiado ansía ser el protagonista en cualquier momento del partido y eso lo hacen de la peor manera: llamando la atención. Sólo hay que recordar las veces que han provocado la ira del aficionado con decisiones irracionales, con "concierto de pito" o enseñando tarjetas. ¿Cómo no va a recordar el herculano a colegiados como Bleda Monteagudo, Carolina Domènech Ceballos o de todo el colegio murciano en pleno? Colegiados que, por su actitud chulesca, han debido de entrar en vestuarios con ayuda policial "gracias" a actitudes como la del domingo pasado: enseñando tarjetas a un equipo por faltas dudosas de infracción mientras que el otro equipo se merecía unas cuantas, cuatro expulsiones que se han esfumado por el Juez de Competición(¿es lógico que no sancionen a un árbitro al que la Federación le ha corregido la plana al retirar las tarjetas rojas?, etc. Por no hablar de la supuesta expulsión de Castro en la jornada anterior que fue, según acta arbitral, por "sonreír irónicamente", prueba más que clara que el árbitro sólo desea ver su nombre en titulares grandes. Así es el arbitraje en este país, un problema que no desea ser corregido por ellos mismos. Les privaría de su "buscado y ansiado" derecho de imagen

miércoles, septiembre 15, 2004

Sensaciones

El desarrollo del partido ante el Alicante CF ha devuelto la confrontación dialéctica entre aficionados herculanos respecto al juego desplegado ante el equipo "azulado". La realidad es la que se vio durante el partido: una primera parte ambiciosa y una segunda deplorable. Una parte de la afición se queda con la gran salida del equipo en los primeros cuarenta y cinco minutos; otra -entre la que me incluyo- que nos aferramos a la segunda parte como justificación de un cese inmediato. Para colmo, el propio Granero nos hizo el favor de pensar en una marcha necesaria del técnico valenciano al comentar, en la rueda de prensa: " No pudimos ganar en la primera parte cuando jugamos bien, disfrutamos de varias ocasiones muy claras y tuvimos al Alicante "groggy". Después de eso, en el segundo tiempo lo mejor era no perder ". No lo niego, nunca ha sido un técnico que me haya agradado y eso hace que considere imprescindible su marcha desde el momento en que su cese parecía factible, en diciembre del año pasado, tras perder cuatro partidos consecutivos en casa. Se pudo comer el turrón e inició el 2004 con la misma imagen que el final de año anterior- dos empates ante Palamós y Figueres- pero una frase se me quedó marcada y define la nula ambición de un técnico que apenas sabe lo que significa el Hércules: "Ahora mismo, en Alicante, todo lo que no sea ganar no sirve de nada" (0-0 en Figueres con dos ocasiones de gol en toda el partido). El problema de esta afirmación era que el equipo debía de estar arriba en esta segunda temporada de proyecto a dos años- el primero era de conjunción y el segundo de ascenso- pero lo grave para él es que esta temporada obliga a muchas cosas... como ganar y no "no perder".

En estas primeras semanas, las victorias, con ser importantes, no lo son tanto como las sensaciones que motiven al aficionado para ver que hay opciones de subir y este club no las tiene. Quedarse con determinada ambición del día del Alicante y obviar que el equipo no atacó ni una sola vez en la segunda parte es ,posiblemente, hacerle daño a este club. Poco importa que el Alicante jugase de forma marrullera y aprovechase una ocasión, el equipo mostró, por ejemplo, en la segunda parte un mismo estilo pernicioso que el día del Huesca, el de la temporada pasada: el "patadón" alocado, la nula facilidad de crear ocasiones de gol, el escaso aprovechamiento de la estrategia o el cambio sistemático de posición de los jugadores, etc. Un estilo de juego que ha convencido a más de 2000 personas para no volverse a abonar al Hércules, que otras acaben replanteando que no vale la pena seguir sufriendo por un club que apenas importa a su propio presidente, dedicado a dejar el nombre de la entidad en evidencia con impagos constantes.

Nombres hay, entrenadores que acaben por ilusionar con un juego ordenado, fácil y que den al equipo una nueva disposición, tanto estratégica como anímica, que genere las sensaciones que desea y necesita el herculano de a pie.



domingo, septiembre 12, 2004

Sobre el fútbol en Alicante(y III): La sociedad alicantina


Con este artículo termino la serie tratando de reflexionar sobre la sociedad alicantina, aficionados potenciales, cuyos motivos para no ir al Rico Pérez son más complejos que los del abonado que no se abona en un momento preciso. Desde el punto de vista herculano, el club ha sido muy frío en determinados momentos con la sociedad, especialmente, en momentos en que el club iba bien, en la División de Honor. En los últimos años, se ha notado que no ha habido "feeling" entre la sociedad y el club ya que, desde altas instancias de la directiva herculana, no se ha abierto a la sociedad: no se han hecho campañas de fidelización como las que observamos en la actualidad con el Atlético de Madrid, escasa presencia herculana en momentos de importancia social de la ciudad, es decir, no ofrece para recibir, independientemente de un puntual éxito en abonados. Como todo, la entidad no ha querido hacer club y eso toca en todas los aspectos: infraestructuras deportivas, planificación deportiva coherente y trato exquisito a los abonados, pero también , una atención a la ciudadanía .
Un porcentaje minúsculo de alicantinos acude, en la actualidad, al Rico Pérez lo que obliga a reflexionar sobre la razón de tan reducida presencia pero que no debería llevar a los dirigentes a decidir de forma errónea: en Alicante hay afición de sobras para los dos equipos y sólo hay que buscarlos con ganas. Uno de los principales errores que han cometido los dirigentes de los clubes ha sido una tendencia, ahora reducida a la mínima expresión, de realizar "puertas abiertas" y que ha originado una especie de aficionado que observa que puede ahorrarse unos dineros y poder ver fútbol cuando le plazca, sin pasar por taquilla. Hace tres años, el Hércules -Alicante fue de puertas abiertas y hubo una asistencia de 20.000 espectadores pero, si hubieran pasado por taquilla, la afluencia sería de 8-9 mil, es decir, más de diez mil personas no habrían retirado la entrada si hubieran tenido que pagar por ella. El Alicante lo utiliza más a menudo pero no se da cuenta de que ,por mucho que se den golpes de pecho por los diez mil o los catorce mil de Getafe, esa no es la afición del Alicante y lo mismo diría de los catorce mil del día del Conquense- cuatro invitaciones por abono- cuando el Hércules se acercaba a la promoción o los 16.000 del día del Terrassa en ese primer año de Ortiz. Lo que era apoyo puntual en un partido determinado se ha pasado a ser un boomerang para los clubes de la ciudad. También es cierto que hay muchos más motivos: seis años fuera del teórico fútbol profesional- ocho desde la élite-, malas temporadas, mucha televisión que les permite ver partidos desde el sillón antes que pasar por el Rico Pérez,etc.
Sin embargo, una pega a esa afición ausente: su elitismo. Alicante no apoya cuando el equipo lo necesita y recurro a ese deporte que dicen, el primero de Alicante: el baloncesto y el Lucentum. El primer año de ACB llevó en muchos partidos a 5.000 personas al Centro de Tecnificación pero el equipo bajó a LEB y la asistencia se redujo casi drásticamente ¿alguien se acuerda del pacto de Luis Castillo y Carratalá(¿o era Ortiz?) para que los abonados de ambos equipos entrasen gratis a partidos del otro equipo?. Ahora, la gente va en "riada" al Centro de Tecnificación pero sólo lo hace en ACB y deja de apoyar si se desciende de categoría. Lo mismo para el balonmano, cuando el Tecnisan dio lugar al Helados Alacant y la afición no era la misma, el fútbol cuando el Hércules estaba en 1ª. El objetivo que debe buscar la directiva es motivar a esa gente que sólo se abona en 1ª para pedirles el apoyo perdido : sin ellos, el equipo no puede aspirar más que seguir en donde está y, para eso, la directiva debe ponerse manos a la obra.

miércoles, septiembre 08, 2004

Sobre el fútbol en Alicante(II):Las aficiones

Leer en foros las opiniones de las aficiones rivales tiene su ventaja y su inconveniente. La ventaja es que sabes la opinión que tiene la gente de otro equipo sobre el tuyo; el inconveniente es cuando la rivalidad en los foros se confunde con la brusquedad y el insulto con lo que el debate está muerto. La rivalidad de las aficiones se basa ahora en un deseo alicantinista de tener más abonados que el Hércules aprovechando el bajón espectacular del club herculano. Sobre las entradas en el Rico Pérez por parte del Alicante, poco me importa, pero sí me gustaría saber el porqué de que mi equipo haya perdido 2000 abonados según los directivos, algunos responsables de esa baja. Aparte de esta queja puntual, nos encontramos con un equipo que ilusiona contra otro que sólo ansía que la victoria sea balsámica- especialmente, lo desea el entrenador-, más con intención de pedir perdón a su afición que por los tres puntos en cuestión. Un empate técnico iguala en abonados a ambos clubes pero sólo es temporal- ¿alguien se olvida que el Alicante bajó y el Hércules alcanzó los 6000 abonados el año pasado?- y se resume en "quemazón" pero no supuso aumento en la lista de abonados alicantinistas y el motivo es puramente deportivo: Granero versus Bordalás, un entrenador que muchos desearíamos fuera del Hércules contra otro que estuvo dos veces en la órbita herculana para ser entrenador blanquiazul. Es decir, la escasez de carácter contra la garra ¿o es que alguien cree que existiría el susodicho empate técnico de estar cambiados los entrenadores?. Yo creo que no, es más, habría más abonados que el año pasado.¿Apostamos?.

domingo, septiembre 05, 2004

Sobre el fútbol en Alicante(I) : Los clubes

Es, quizás, el tema más complejo y más difícil de analizar y, por ende, de llegar a conclusiones precisas. Los clubes de la ciudad se encontrarán el próximo domingo en el Rico Pérez en una situación no deseada, especialmente, desde las altas esferas de la ciudad que ven en Valencia el sueño de tener a los dos equipos en categorías superiores. Sin embargo, las perspectivas parecen estar alejadas ya que la 2ªB es una categoría maldita en la que nunca se sabe que es lo mejor: ir de los primeros durante toda la temporada sufriendo un desgaste de que todos los rivales quieren jugar el partido de la temporada contra ellos o contemporizar y llegar fuerte en las últimas semanas, etc. La ciudad se muestra poco expectante ante la situación de ambos equipos con lo que es difícil remontar la situación actual. ¡¡qué lejos queda la famosa Herculesmanía del ascenso a 2ª!!. Lo más duro es que la situación actual obliga más al Hércules como abanderado de la ciudad durante tantos años y este club lleva muchos años "quemando" a la gente con actitudes poco beneficiosas. El Alicante lleva varios años dando pasos hasta llegar a 2ª y lo positivo de su presencia en la categoría de bronce se ha difuminado por la polémica consabida. Es decir, lo que debía de haber generado una competencia sana e interés por superar la posición del rival ciudadano ha quedado en agua de borrajas. Es más, la única competencia "seria", por decir algo, era cuando cesaban a sus entrenadores antes que el otro equipo: si un equipo iba mal, su entrenador no era cesado porque el otro equipo no iba mejor pero cuando el otro presidente cesaba a su entrenador, el de este equipo ya podía temblar- Argibay vs. Miñambres y De la Hera vs. Granero- pero en tres años sólo se ha jugado una promoción de seis opciones posibles y eso tampoco favorece al fútbol de la ciudad. Este partido llega en mal momento para uno de ellos, el Hércules, y se espera una de las peores presencias en el Rico Pérez- lejos de los 10.000 de hace dos años- por la sencilla razón de que Alicante ya está agotada de tanta polémica que ningún bien genera ni a la ciudad y, muchos menos, al club abanderado que se ha escudado en esta situación, por inmoral que fuese la decisión del presidente rival y del alcalde, para no estar en los puestos de arriba cuando su nombre y su historia le obliga.

miércoles, septiembre 01, 2004

No va con ellos


Cuando leo los comentarios de los jugadores tras el partido jugado ante el SD Huesca me quedo perplejo ante algunas "perlas": "nosotros estamos muy tranquilos porque sabemos que hemos hecho las cosas muy bien contra un equipo muy difícil"(Merino), "El Huesca no vino a jugar al fútbol sino a encerrarse. Sólo nos chutó una vez y el problema es que nos hizo gol. Sin embargo, llevamos el ritmo del partido y debemos estar tranquilos"(Merino), "Esto acaba de comenzar y mal vamos si nos ponemos pesimistas a las primeras de cambio. No es un mal inicio"(Castro y, más o menos, Cámara cuando Alejandro Parodi le comentaba el recuerdo del año pasado con el empate a cero ante el Figueres). El primer pensamiento, al leerlos, es un poco de perplejidad ya que ambos jugadores son de la temporada pasada con lo que ya saben o recuerdan el triste recuerdo del año pasado. Perplejidad que aumenta cuando imitan a Granero a la hora de sobrevalorar a los rivales porque el Huesca no es un equipo muy difícil - si lo fuese, estaríamos hablando de que vamos camino del descenso a Tercera- y chutó más de una vez, es más, tuvo las mismas ocasiones que el Hércules en la primera parte y en la segunda no hicieron lo mismo porque no creían en la victoria que si no habríamos perdido. Los oyes hablar y hacen la piña que ningún herculano desearía: la "piña" de la omisión de "culpa" y de que el punto ante el Huesca es "chachi - piruli", muy lejos de aquellos jugadores de la última época dorada cuando reconocían que se habían equivocado y trataban de mejorarlo. Sin embargo, no entienden que la situación actual no va con ellos. La presión generada, el divorcio existente entre la afición y el entrenador explica muchas cosas ayer: primeros silbidos en los primeros ataques del Huesca, las protestas mínimas en el descanso porque el gol de Merino evitó la gran pitada, atolondramiento en la última media hora en la que el portero del equipo oscense no realizó ninguna parada de mérito. Desde la temporada pasada mucha afición ha deseado la caída del entrenador, otra ha decidido marchar y no ha renovado el carnet de abonos- no hemos llegado aún a 4.000 abonados y poco ha hecho el equipo para enganchar- pero ambos colectivos entienden que el entrenador tiene mucho de responsable del mal juego, de la extrema presión que se ejerce al equipo ¡¡hasta el punto de que algunos aficionados ya desean la derrota en Santa Coloma y ante el Alicante por tal de que se arme la "marimorena" en la puerta cero!! Cuando se llega a ese punto, el único momento de alegría será el dedo pulgar de Ortiz apuntando hacia abajo.