domingo, junio 20, 2010

Un ascenso milagroso

Se le quiera o no dar la importancia, la realidad apunta a una curiosa relación de causa-efecto. En plena crisis herculana, con el 0-2 de la Sociedad Deportiva Huesca salido del "horno", llegaba la Romería de la Santa Faz. Al lado de una gasolinera, a escaso medio kilómetro del monasterio, un puesto delataba que se iba a hacer un acto de masas con el Hércules Club de Fútbol de por medio. El acto salió muy bien, sobre todo, partiendo del hecho de que una semana antes hubo muy mal ambiente en el estadio. La visita a Soria no daba sensación de que fuera el momento de volver a recuperar la antigua forma. Más de uno ya daba al equipo como sentenciado para no subir y a las pruebas se remitía: nueve puntos en once jornadas(9 de 33 puntos posibles), seis semanas sin marcar y la ventaja de once puntos plenamente pulverizada. Los actos, a pesar de todo, fueron una comunión de los jugadores y los aficionados que estaban allí. La única confianza es que algunos jugadores de los lesionados comenzaban a recuperarse para aparecer pronto en el terreno de juego mas parte de la afición ya mostraba signos inequívocos de desear que rodaran cabezas mientras otros se mostraban cautos. Toda la ilusión de Navidades se había trastocado totalmente y ahora la desilusión acampaba al lado del Rico Pérez.

Tras la Romería empezaron a aparecer hechos en los que parecía que estaba, de por medio, la Santa Faz: al siguiente partido en Soria era un jugador local quien marcaba el gol a favor del Hércules y rompía una cifra terrible de 620 minutos sin marcar; una semana después, tres jugadores charros nos dieron en bandeja el primer triunfo tras la severa crisis de identidad al expulsarse sin sentido. La derrota en el feudo levantinista debía de haber supuesto un palo anímico mas el cuarto de hora inicial sirvió a los jugadores para empezar a creer en sí mismos. Ha sido la única derrota en estas diez últimas semanas. El día del Córdoba CF comenzaba a ser una final pues los triunfos de Cartagena y Levante obligaban a pasar el primer match que tenía la plantilla; la victoria fue clara y supuso el primer momento de unión de la afición con un jugador que no había llegado con buen pie; ese futbolista era Portillo. El doble empate de Montilivi y el Nuevo Colombino enfriaron los ánimos a pesar de que el equipo estaba en puestos de ascenso, eso sí, empatado con los departamentales y béticos a 61 puntos. Llegaban las cuatro últimas jornadas en buena situación pero con un buen callo a tiro como era jugar en el Municipal Cartagonova una semana después de jugar contra el Albacete Balompié. El Hércules volvía a vencer con contundencia por 5-1 y dos goles de Portillo-¿aquel penalty que le dejó lanzar Farinó fue el inicio de esta gesta?- que empezaba a dar dentelladas; entre el madrileño y el rumano Danciulescu liquidan al conjunto manchego y colocan a los alicantinos como candidatos firmes al ascenso. El empate en Cartagena parece que es una marcha atrás mas los resultados, ,especialmente la derrota del Levante UD en Irún, confieren una fuerza inusitada: el Hércules depende de sí mismo para subir...aunque debe ganar los dos encuentros últimos para subir. El ascenso de ayer, los dos goles que han supuesto que disfrutemos de estas primeras 24 horas de Primera División, sólo se pueden entender con ese gol salvador de Portillo en los últimos instantes de la semana pasada y que le dio toda las posibilidades de ascenso para ayer sin depender del Real Betis Balompié, al que un conformismo innecesario en Salamanca, le ha condenado a estar otro año en Segunda División. Entiendo que haya gente que no quiera relacionarlo, que crea que eso son cosas de superstición pero la causa-efecto es tan anecdótica que me ha servido para contar diez partidos que han llevado al herculanismo del infierno al cielo.

Apunte Con todo, quisiera lanzar un mensaje de apoyo a los aficionados del Real Murcia. Sé que hay rivalidad entre ambas aficiones mas ello no debe negar que haya que saber respetar estos momentos. Tengo amigos murcianistas que lo están pasando mal y duele, en la alegría, su pesar. Su descenso de ayer fue cruel como lo hubiera sido que el buen profesional Kiko Ratón-aún recuerdo ese testarazo en Alcalá de Henares- se quedase con la marca del descenso del Girona.